2014年5月29日星期四

Los billetes usados contienen 26.000 bacterias perjudiciales para la salud


Frente al 69% de los españoles que entiende que las monedas y billetes contienen gérmenes, solo el 17% siempre se lava las manos tras manejar dinero efectivo




El 69% de los españoles considera que las monedas y los billetes son una fuente de gérmenes y bacterias, según un estudio de MasterCard y laUniversidad de Oxford que pone de manifiesto que los billetes europeos contenían en 2013 una media de 26.000 bacterias que podían ser potencialmente perjudiciales para la salud.
Según el informe, elaborado tras encuestar a más de 9.000 consumidores de 12 países, los europeos son más proclives a lavarse las manos tras hacer otras actividades como tocar un animal (46%) o viajar en transporte público (36%). Frente al 69% de los españoles que entiende que las monedas y los billetes contienen gérmenes, tan solo el 17% de ellos siempre se lava las manos tras manejar dinero efectivo, lo que supone una brecha de un 52% entre ser consciente de que billetes y monedas están sucios y hacer algo al respecto.
Esta es la tercera mayor diferencia registrada en los países encuestados y, solo entre húngaros y franceses se observa una mayor brecha entre la creencia de que el efectivo es antihigiénico y la probabilidad de lavarse las manos tras utilizarlo.

Reticencia a abandonar el efectivo

Sobre la reticencia a romper con el hábito de pagar con efectivo, la psicóloga Donna Dawson ha señalado que el dinero, en forma de billetes y monedas, es el modo más visible que se tiene de mostrar el poder económico y el éxito individual.
«Por ello es tan difícil que la gente haga asociaciones negativas al efectivo», ha añadido. El 40% de los encuestados reconocía que no podía saber quién había utilizado el efectivo antes que ellos y la consecuencia es que la mayoría trata de no pensar en ello, ya que no lo puede controlar, por lo que un 38% afirmaba que nunca piensa en esa posibilidad, señala Dawson.
Por su parte, el director de Mastercard en España, Ovidio Egido, ha destacado que lo que resulta más evidente según los resultados del estudio de este año es que, a pesar de estar al tanto de los peligros higiénicos del efectivo, los españoles aún luchan por romper con la costumbre de utilizarlo. «Usar sistemas de pago electrónicos o pagos sin contacto a través de tarjetas o dispositivos propios representa una forma de eliminar el contacto con algunas de las bacterias y gérmenes que sabemos que se transmiten a través de billetes y monedas», ha indicado.


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¿Cómo afecta el tabaco a la boca?


El tabaco es el peor enemigo de los dientes y particularmente de las encías, siendo sus efectos nocivos a este nivel muy llamativos




Debido a que la boca es su puerta de entrada en el organismo, el tabaco es el peor enemigo de los dientes y particularmente de las encías, siendo sus efectos nocivos a este nivel muy llamativos. Y es que esta adicción contribuye directamente al desarrollo de enfermedades periodontales (de la encía) tales como la gingivitis o la periodontitis, ocasionando a los fumadores problemas muy desagradables y visibles. Miguel Carasol, Presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Periodoncia(SEPA), y Francisco Rodríguez Lozano, Presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), explican los efectos más nocivos del tabaco en nuestro boca, y nuestro salud en general.

Más halitosis

El tabaco provoca un olor propio sumado al producido por otras sustancias que se añaden a los cigarrillos, como el alquitrán y múltiples aditivos. Todo esto genera un olor característico en el aliento y/o agrava la halitosisoriginada por otras causas. Otros efectos del consumo de tabaco que potencian la aparición del mal aliento están relacionados con la sequedad e irritación de las mucosas de la boca y de las vías respiratorias y digestivas altas, lo que contribuye a la falta de oxigenación e higiene de la boca.

Dientes amarillos

El cambio en el color de la dentición, generalmente a un tono amarillento, es el signo más evidente y antiestético ocasionado por la acción del tabaco sobre los dientes, lo que es un reflejo del mal estado bucal que puede ocasionar esta adicción.

Reducción de los sentidos del gusto y olfato

Es un efecto conocido y altamente desagradable. Debido a la acción del tabaco, el fumador desarrolla una limitación creciente en sus capacidades olfativas y de percepción de los sabores, especialmente para los salados, por lo que incluso puede aumentar la tensión arterial al abusar de forma inconsciente de la sal.

Sin embargo, las encías enfermas no sangran lo que debieran

Debido a que el tabaco disminuye el riego sanguíneo de las encías, éstas presentan un color más pálido y parecen menos inflamadas de lo que realmente están, por lo que la enfermedad periodontal suele estar enmascarada en los fumadores, al ser menos frecuente y patente uno de los principales signos de alarma que llevan a muchas personas a consultar a su dentista o periodoncista: el sangrado de las encías. El fumador debe ser consciente de esta particularidad, visitando a su dentista de forma reglada, aunque piense que sus encías están bien.

La encía se defiende peor

El humo de los cigarrillos esta compuesto por unos 4.000 constituyentes que son farmacológicamente tóxicos, mutagénicos y, de los cuales, unos 400 son carcinogénicos. Los fumadores tienen una disminución clara de las defensas de la encía frente al ataque bacteriano, lo que aumentar de forma significativa la susceptibilidad a la infección periodontal.

Más periodontitis

Los fumadores no sólo tienen tres veces más riesgo de sufrir una periodontitis y de que ésta progrese más rápidamente, sino que en estas personas se suele retrasar mucho más el diagnóstico y, por lo tanto, la puesta en marcha del tratamiento más oportuno para esta enfermedad.

Peor respuesta al tratamiento periodontal básico

Después del tratamiento inicial, que incluye la mejora de las medidas de higiene oral por parte del paciente y el raspado y alisado radicular, los resultados de los estudios de investigación indican que la respuesta es peor en los fumadores, comparado con los no fumadores. El 90% de las periodontitis que no responden convenientemente al tratamientoconvencional de la enfermedad periodontal se dan en fumadores.

La cirugía periodontal es menos eficaz

En los casos avanzados de periodontitis, cuando es necesario realizar cirugía periodontal, los resultados son menos favorables en los fumadores respecto a los pacientes que no fuman. Igualmente, cuando se intenta cubrir la raíz expuesta de un diente mediante cirugía injertos de encía, los resultados son mucho menos predecibles en pacientes fumadores.

Mayor tasa de reaparición de la periodontitis

El tabaco es un factor esencial en la recurrencia de la enfermedad periodontal y también representa un mayor riesgo para la pérdida de dientes durante la fase de mantenimiento periodontal, esencial para mantener una dentadura saludable toda la vida.

Más fracasos de los implantes dentales

Los fumadores tienen al menos dos veces más tasa de fracasos en el tratamiento con implantes dentales que los no fumadores. Por tanto, fumar está considerado como un factor predisponente al fracaso en implantes, siendo un factor de riesgo esencial en la etiología de la periimpantitis (infección del implante).

Mayor retraso en la curación de las heridas

La disminución de las defensas y del riego sanguíneo en las encías de los fumadores no solo facilita el riesgo de infecciones, sino que también reduce significativamente la capacidad de reparación de estos tejidos retrasando de forma notable la cicatrización de las heridas, tanto traumáticas como quirúrgicas.

Mayor riesgo de cáncer oral

El tabaco es muy irritante y contiene un alto número de sustancias cancerígenas, entre las que destacan la nicotina y el alquitrán. Si además de fumar se añade el consumo de alcohol, lo que es bastante frecuente, el riesgo de sufrir cáncer oral se eleva considerablemente, siendo ésta la patología más dramática de la boca, tanto por su elevada mortalidad como por las secuelas graves y estéticas que genera



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Un estudio confirma la relación entre la salud dental y el riesgo cardiovascular

Realizada en más de 15.000 pacientes, la investigación también confirma la relación entre la enfermedad periodontal y el estatus socioeconómico




ud cardiovascular

Trastornos periodontales tales como la pérdida de dientes y la gingivitis se han identificado como un posible marcador de riesgo para la enfermedad cardiovascular (ECV) en un gran estudio que se publica en «European Journal of Preventive Cardiology». En este trabajo, más de 15.000 pacientes con enfermedad coronaria crónica aportaron información sobre su salud dental, con resultados que muestran que los indicadores de la enfermedad periodontal, como pérdida de dientes o sangrado de encías, eran comunes en este grupo de pacientes y se asocian con múltiples factores de riesgo cardiovascular y socioeconómicos.

Por el contrario, una menor prevalencia de pérdida de dientes se vinculó con niveles más bajos de factores de riesgo de ECV, incluyendo niveles más bajos de glucosa, colesterol de lipoproteína de baja densidad, presión arterial sistólica y circunferencia de la cintura. La diabetes y el tabaquismo también fueron menos frecuentes entre los pacientes con más dientes.

El informe resumió la información sobre la salud dental que dieron los pacientes de 'STABILITY', un ensayo clínico que incluyó a 15.828 voluntarios de 39 países, todos con enfermedad coronaria crónica y al menos un factor de riesgo adicional para enfermedades del corazón. A todos los participantes se les había hecho un examen físico y análisis de sangre y completaron un cuestionario de estilo de vida, que incluía información sobre la salud dental, informando del número de dientes que les quedaban (ninguno, 1-14, 15-20, 21-25, 26-32 o todos) y la frecuencia de sangrado de las encías (nunca/rara vez, a veces, a menudo o siempre).

Pérdida de dientes

Los resultados mostraron una alta prevalencia de pérdida de dientes: el 16 por ciento dijo no tener dientes y el 41 por ciento informó poseer menos de 15 dientes. Aproximadamente una cuarta parte de los pacientes (26 por ciento) dijo sufrir sangrado de las encías al cepillarse los dientes, pero hubo algunas variaciones en los resultados dependiendo de la región, el país y la etnia, con las tasas más altas de pérdida de dientes y sangrado de las encías en Europa del Este. En general, casi el 70 por ciento de los participantes eran fumadores actuales o lo habían sido.

El análisis estadístico mostró que el aumento de la prevalencia de pérdida de dientes se asoció significativamente con niveles más altos de glucosa en ayunas, de colesterol LDL, presión arterial sistólica y circunferencia de la cintura. Una mayor prevalencia de sangrado de las encías se asoció significativamente con altos niveles de colesterol LDL y presión arterial sistólica.

Según los autores, se trata del estudio más grande de su tipo para evaluar las enfermedades dentales en pacientes coronarios y demuestra una mayor carga de factores de riesgo de ECV y mayores niveles de marcadores biológicos entre los que han perdido más dientes y sufren mássangrado de las encías, incluso después de ajustar por factores de confusión, como la edad, el tabaquismo, la diabetes y el nivel de educación.

Los hallazgos sugieren la existencia de factores de riesgo comunes de las enfermedades dentales y la enfermedad cardiaca coronaria y plantean la cuestión de si la salud dental puede ser considerada como un marcador útil de riesgo de ECV.

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Las enfermedades periodontales: una amenaza silenciosa para nuestra salud


Se estima que en España 8 de cada 10 personas mayores de 35 años tienen algún problema relacionado con las encías


La enfermedad periodontal es la patología más prevalente en el ser humano. En la última encuesta sobre Salud Oral en España se determina que entre el 85- 94% de la población española mayor de 35 años presenta algún problema relacionado con las encías. En concreto, sobre la periodontitis, en el informe pone de manifiesto que entre el 16-30% de los españoles mayores de 35 años tiene esta infección periodontal, alcanzando el grado de severa en el 5-11% de la población adulta.
Los expertos advierten que las consecuencias van mucho más allá la estética o de tener únicamente repercusiones en la esfera bucodental, sino que también son crecientes las evidencias que vinculan algunas enfermedades periodontales con el mayor riesgo de sufrir un evento cardiovascular, de diabetes o de controlarla peor, o de sufrir un parto prematuro.
En este sentido, durante la reciente celebración del Día Europeo de la Periodoncia, el secretario general de la Sociedad Española de Cardiología, Miguel Ángel García Fernández, resaltó la importancia detratar la periodontitis como parte del manejo del paciente con riesgo cardiovascular, tal como señalan las guías europeas. Por su parte, el representante de la Sociedad Española de Diabetes, José Luis Herrera Pombo, señaló la gran relevancia de la salud periodontal en el control de los pacientes con diabetes, incluida la reducción de las complicaciones, mientras que el presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, José María Lailla Vicens, tras fundamentar la importancia del parto prematuro en España, apostó por la salud periodontal, evaluada de manera previa al embarazo, como elemento relevante en la prevención del parto prematuro.

La factura de la crisis

Las enfermedades periodontales son patologías que afectan al periodonto, es decir, a los tejidos que sostienen a los dientes. Son patologías infecciosas, causadas por bacterias. Hay dos grandes grupos de enfermedades periodontales: gingivitis (inflamación superficial) y periodontitis (destrucción más profunda de los tejidos periodontales). Su prevalencia la convierte en la patología más frecuente en el ser humano, junto con la caries. En España, solo el 10-15% de los adultos presenta una encía sana, y entre el 25-40% presentaría la enfermedad más destructiva, la periodontitis.
Además, se advierte que la actual situación económica está suponiendo un retroceso en la adopción de medidas preventivas relacionadas con la salud periodontal, así como un retraso o abandono en la adopción de medidas terapéuticas. Aunque el 80% de la población opina que es importante acudir al dentista una vez al año para mantener su boca sana, solo acude el 43%; por ejemplo, la Encuesta Nacional de Salud 2011-2012 observó que más del 55% de la población no había acudido al dentista en ese año. «Esto tiene graves repercusiones para la salud oral: los tratamientos son más sencillos y exitosos en las fase iniciales de la enfermedad, siendo el diagnóstico precoz importantísimo; por el contrario, cuanto más se retrasa el tratamiento, más avanza la enfermedad, más complejo es el tratamiento y más severas son las secuela», asegura David Herrera.
Algunas medidas básicas de higiene bucodental pueden ahorrar muchos costes y evitar problemas de salud posteriores. «Si conseguimos cepillarnos los dientes dos veces al día y utilizar seda dental o cepillitos interdentales, nuestro nivel de enfermedad bajará muchísimo. Se prevendrán así enfermedades como las de las encías, que suponen la presencia de gran cantidad de bacterias dentro de la boca, y eso aumenta el nivel de inflamación que tiene todo nuestro cuerpo. Al menos una vez al año, y si se puede, cada 6 meses, deberíamos acudir al dentista para que evalúe la situación, para que detecte si hay algún problema y solucionarlo rápidamente, y para conseguir así mantener nuestra salud a medio y largo plazo», afirma David Herrera.

Causas

Las enfermedades periodontales son infecciones causadas por bacterias situadas bajo la encía, en concreto, entre la encía y el diente. En la gingivitis, la acumulación de bacterias bajo la encía, organizadas en forma de placa bacteriana (ahora se denomina biofilm dental), conduce a la inflamación de los tejidos adyacentes. Siempre que haya placa bacteriana, habrá algún grado de gingivitis.
La causa primaria de la periodontitis también son las bacterias del biofilm dental. Sin embargo, para que la gingivitis progrese a periodontitis, son necesarios más factores (factores de riesgo), y que incluyen: factoresgenéticos (antecedentes familiares); ambientales: estrés, alcohol, sobrepeso y, sobre todo, tabaco; enfermedades del resto del cuerpo: diabetes, la osteoporosis, cualquier enfermedad que suponga una bajada en las defensas (inmunodepresión) o infecciones frecuentes por virus como el herpes; ciertos medicamentos: fármacos inmunosupresores, antagonistas del calcio para pacientes hipertensos, anticonvulsionantes, antiepilépticos o anticonceptivos orales que favorecen la inflamación y el aumento de sangrado de la encía; malos hábitos de higiene de la boca, junto con la ausencia de cuidados profesionales (revisiones, limpiezas de boca periódicas,…), y factores de la propia boca o de los dientes, como la presencia de dientes mal colocados, empastes desajustados…

¿Cómo prevenir y tratar?

La mejor forma de prevenir la periodontitis es mantener una correcta higiene oral para controlar los niveles de placa dental, pero en personas predispuestas, a pesar de una correcta higiene oral, puede tender a producirse la enfermedad. Por lo tanto, la higiene oral es un importante pilar de prevención de las enfermedades periodontales, pero no el único. Se debe acompañar de revisiones periódicas al especialista para que se pueda realizar un diagnóstico precoz de la enfermedad en caso de que se presente. Para controlar la placa bacteriana en la boca, disponemos de dos tipos de métodos: los mecánicos (cepillado, seda dental, cepillitos interdentales…) y los químicos (enjuagues, pastas de dientes…, siempre que cuenten con aval científico sobre su eficacia).
Por su parte, el tratamiento de las enfermedades periodontales tiene tres objetivos diferentes: Eliminar o reducir las bacterias productoras de la enfermedad; suprimir, reducir o modificar los factores que hacen que los pacientes sean más susceptibles a ésta, como el tabaco o ciertas alteraciones dentarias como las malposiciones, y crear las condiciones adecuadas para que la enfermedad se pueda mantener controlada a largo plazo.
Las enfermedades periodontales: una amenaza silenciosa para nuestra salud
La visita al especialista debe hacerse al menos 1 vez al año
En el caso de la gingivitis, explica Herrera, es necesario limpiar las bacterias que se hayan acumulado, mediante la eliminación de la placa dental y el cálculo dental (también llamado “sarro”). Este tratamiento, denominado profilaxis profesional (o “limpieza de boca”), lo realizan los profesionales odontológicos. Además, es fundamental explicar cómo se deben cepillar los dientes y encías para mantenerlos limpios, y que no vuelva a aparecer la gingivitis.
En las periodontitis, el tratamiento es más extenso y complejo. En primer lugar se realiza un detenido estudio preoperatorio de la encía que puede incluir radiografías, para valorar la situación antes de empezar el tratamiento. En algunas ocasiones podría ser necesaria la realización de algunas pruebas complementarias, como un estudio de las bacterias presentes en la encía.

Comer sin gluten no es más sano si no eres celíaco



No tiene sentido seguir una dieta libre de esta sustancia si no estamos diagnosticados como intolerantes a esta proteína presente en cereales y en algunos alimentos procesados




Imagínese por un momento que no pudiera comer nunca pan, tartas, galletas, pasta, pizza o cerveza, entre otros alimentos. Con esta limitación viven las personas que han sido diagnosticadas de celiaquía, una enfermedad autoinmune que provoca intolerancia crónica al gluten, una proteína presente en cereales como el trigo, la cebada, o el centeno. En los productos procesados también se puede encontrar esta sustancia como aditivo, por lo que deben leer atentamente la etiqueta, y en caso de duda, no consumirlos.«Hay alimentos a los que se incorporan harinas de trigo porque aumenta la masa y abarata el producto», explica la doctora María Jesús Pascual, pediatra digestivo infantil en el Hospital Nisa Pardo de Aravaca.

Para los pacientes celíacos el consumo de gluten resulta tóxico porque les provoca una atrofia en las vellosidades del intestino que impide la correcta absorción de los nutrientes. En el resto de la población, excepto en aquellos con una alergia o una sensibilidad al gluten diagnosticada, es una sustancia inocua, a pesar de que actualmente existen corrientes de opinión que han querido demonizarlo.

La actriz Gwyneth Paltrow, la misma que recomienda sin fundamento una dieta que consiste en no tomar más de 300 calorías por jornada, es una de las famosas que ha preconizado las bondades de comer sin gluten, aunque no se tenga intolerancia.«No tiene ningún sentido. El gluten solo es tóxico para el paciente celíaco. Además la palatabilidad de los alimentos sin gluten es peor y son productos más caros», asegura la doctora Pascual. De hecho, la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) calcula que los afectados por esta enfermedad gastan unos 1.600 euros más al año en hacer la compra.

Algunas personas asocian la ausencia de gluten con una dieta más sana o que ayuda a adelgazar, pero esto no tiene evidencia científica. «El hecho de quitar el gluten no hace a una dieta más equilibrada», advierte el doctor Camilo Silva, endocrinólogo de la Clínica Universidad de Navarra.

La doctora Marta Garaulet, catedrática de Fisiología y Nutrición de la Universidad de Murcia y profesora visitante en la Universidad de Harvard (EE.UU.) va más allá: «En ningún caso se debe recomendar una dieta sin gluten para la obesidad porque no ayuda. En todo caso aumenta la sensación de hambre y la resistencia a la insulina». La razón es que los alimentos sin gluten «tienen un mayor índice glucémico que los equivalentes que sí lo contienen, de acuerdo a un estudio de la Sociedad Americana de Nutrición Clínica». «El gluten ralentiza la absorción de los azúcares que llevan los alimentos con carbohidratos», explica la experta, que alerta de que los productos libres de esta proteína tienen un contenido reducido de micronutrientes como las vitaminas D y B, calcio, hierro, magnesio y zinc. «Las personas que deban llevar una dieta sin gluten deberían ir a un nutricionista para que les ayude a llevar una ingesta de carbohidratos mejor controlada y equilibrada en los demás nutrientes», apunta.

Para los que todavía tienen dudas sobre lo inútil de apartar el gluten sin necesidad médica, otro apunte más: la dieta mediterránea, que ha demostrado su eficacia en la prevención de patologías cardiovasculares, «está muy basada en productos con gluten», recuerda el doctor Federico Argüelles, especialista en patología digestiva y experto de la Sociedad Española de Patología Digestiva (Sepd).


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Los e-cigarrillos no son una alternativa saludable al tabaco



Sustituir el tabaco por los cigarrillos electrónicos no parece ser la mejor opción, Según una investigación que se publica en «Annals of Allergy, Asthma & Immunology» todavía hay muchas dudas de los posibles efectos adversos sobre la salud de vapear. Sobre todo advierte de lo poco recomendable que es la dependencia continua de la nicotina y el doble uso de cigarrillos electrónicos y tabaco.

El artículo examina la idea de que uno de los supuestos «beneficios para la salud» propuestos por los fabricantes de e-cigarrillos era que ayudaría a dejar de fumar. Los investigadores de la Clínica Mayo (EE.UU.) aseguran que esta teoría todavía no ha sido probada. «A pesar del aparente optimismo que rodea el mundo de los e-cigarrillos y su papel terapéutico todavía hoy no hay suficiente evidencia para sugerir que los consumidores deben utilizar los cigarrillos electrónicos para este fin», sostiene el alergólogo Andrew Nickel, autor principal del trabajo.

Vapear y fumar a la vez

Otro motivo de preocupación que plantea el artículo es el hecho de que muchas personas consumen cigarrillos electrónicos en público pero siguen fumando tabaco en casa, con lo que se continúa exponiendo a los niños y los enfermos de asma al peligroso humo. «El uso dual de ambos cigarrillos -electrónicos y tabaco- conlleva el riesgo de la exposición al humo de segunda mano, y ello puede agravar los efectos respiratorios en los niños y los enfermos de asma. Asimismo, promueve la dependencia de la nicotina», afirma Chitra Dinakar.



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¿Por qué los espermatozoides no se pierden cuando van hacia el óvulo?


Nadan a contracorriente, acosados por las bacterias y los ácidos, en medio de los empujones de millones y millones de «compañeros» cuyo objetivo es el mismo: llegar al óvulo.
Los espermatozoides humanos son nadadores ciegos capaces de nadar en la dirección adecuada y recorrer una distancia que puede ser más de 1.000 veces su longitud. ¿Cómo es posible? Pues, según un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge ha publicado un estudio en la revista «eLife», lo hacen jugando en equipo y guiándose por la corriente que se forma en las trompas de Falopio, donde han de encontrarse con el óvulo.
«Descubrimos que si creas las corrientes adecuadas, puedes observarles nadando a contracorriente durante muchos minutos», dijo Jörn Dunkelpara la agencia UPI. Su equipo ha diseñado unos «micro-tubos» para observar cómo se mueven los espermatozoides en su interior. «Casi siempre se acumulan en la superficie de los tubos, y dada la elevada concentración local de estas células, podría haber una cooperación entre los espermatozoides que les permitiera nadar más rápido en grupo».

Nadar a ciegas sin perderse

Los investigadores han descubierto además que los espermatozoides no nadan en línea recta, sino que trazan espirales a lo largo de las paredes de los tubos, probablemente para evitar el centro de los conductos, donde la velocidad de la corriente es mayor.
Para averiguarlo, investigaron los movimientos de espermatozoides de humanos y toros en varias condiciones fisiológicas y de viscosidad. Según sus resultados, la asimetría de los movimientos del flagelo, la cola que los espermatozoides usan para propulsarse, es un mecanismo de rectificación de la dirección de natación, para asegurarse de llegar al óvulo.
La navegación a contracorriente, podría ser clave para la orientación de los espermatozoides, aunque también se ha propuesto que latemperatura, las contracciones del cuello del útero y la quimiotaxis, algo así como el olfato, podrían tener también un papel.


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Una vacuna oral muestra una eficacia del 86% ante un brote de cólera



Una vacuna oral contra el cólera garantizó hasta un 86% de protección a los habitantes de Guinea afectados durante un brote reciente de la enfermedad, según un estudio que publica el «New England Journal of Medicine». Realizado por Epicentre, el centro de investigación de la organización médico-humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras(MSF), y el Ministerio de Sanidad guineano, el estudio demuestra por primera vez que la vacuna oral contra el cólera ofrece protección muy rápida y puede, por lo tanto, utilizarse para controlar futuros brotes.
«Dado que hasta ahora no habíamos documentado la eficacia de esta nueva vacuna en la vida real en condiciones epidémicas, no teníamos suficiente información para entender su potencial como herramienta para controlar brotes de cólera», afirma Francisco Luquero, principal investigador del estudio. «Ahora sabemos que la vacuna oral contra el cólera confiere un alto nivel de protección durante brotes y que vacunar contra esta enfermedad, potencialmente tan mortífera, debería ser algo que hacemos cuando tenemos una epidemia de cólera entre manos, además de otras medidas preventivas y de control». En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) está almacenando reservas de la vacuna para su uso en emergencias.
El estudio de Epicentre ha valorado la eficacia de dos dosis completas de Shanchol -una de las dos vacunas orales contra la cólera precalificadas por la OMS actualmente disponibles- durante los primeros meses después de ser administrada. Shanchol se considera la más apropiada de las dos opciones para países en desarrollo al ser más asequible y fácil de producir, transportar y almacenar.

Planificación

Este estudio publicado en el NEJM forma parte de un estudio de Epicentre a gran escala sobre la vacuna oral contra el cólera realizado en Guinea en 2012, el primero realizado sobre vacunas del cólera durante un brote en África.
El Ministerio guineano de Sanidad y MSF administraron, a principios de 2012, un total de 316.250 dosis de la vacuna en dos fases en los distritos costeros de Boffa y Forecariah durante un periodo de seis semanas. La campaña de vacunación alcanzó altas tasas de cobertura, del 75,8% en Boffa y del 75,9% en Forecariah.
«Demostramos que con una planificación adecuada y teniendo acceso a las comunidades es posible vacunar a cientos de miles de personas en una zona remota con una población itinerante en un periodo de tiempo relativamente corto», explica Ciglenecki, responsable del proyecto de MSF para la campaña de vacunación en Guinea.
La elevada cobertura redujo la transmisión de la enfermedad en las comunidades inmunizadas. La mayoría de los casos de cólera confirmados procedían de una comunidad local con la cobertura vacunal más baja en la que se tuvo lugar un pequeño brote. Los casos de cólera sospechosos se confirmaron mediante pruebas rápidas. Tras las pruebas, los equipos comprobaban si habían sido vacunados. La vacunación con dos dosis completas de Shanchol se asoció con una protección importante: del 86%, contra el cólera.
La vacuna oral contra el cólera se añadió a la recomendación de la OMS para la prevención y control del cólera en 2010, y en 2013 la OMS y sus socios crearon un stock de vacunas de emergencia. Sin embargo, hasta ahora, la vacuna no se ha utilizado de forma generalizada como herramienta de salud pública para el control de la enfermedad. Preocupaciones sobre su viabilidad, idoneidad y aceptación por parte de las comunidades así como el temor de estar desviando recursos de otros programas médicos han impedido su uso hasta el momento.
«Esperamos que los resultados respecto a la eficacia y viabilidad de las vacunas contra el cólera durante una emergencia impulsen laintegración de vacunas en la respuesta global a brotes de cólera», declara Rebecca Grais, autora principal de la publicación.
«Hasta hace muy poco, las vacunas contra el cólera no se han considerado entre las herramientas a emplear en el control de brotes», añade Grais. «Varias epidemias letales de gran magnitud han mostrado los límites de la respuesta tradicional para contener epidemias a escala nacional. El uso de la vacuna oral contra el cólera debería mejorar mucho nuestra capacidad para prevenir y controlar epidemias, y finalmente, para salvar más vidas».

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La importancia del sentido del ‘gusto’ en la obesidad

El sentido del gusto puede ser fundamental para entender cómo se produce la obesidad,tal y como ya han sugerido algunos estudios al establecer una relación entre el cerebro y el riesgo de obesidad. Ahora, un trabajo de la Universidad de Deakin (Australia) ha visto que aquellas personas que carecen del sentido del ‘gusto’ para saborear las grasas de los alimentos comen bastante más en el almuerzo después de un desayuno rico en grasas que aquellos que sí perciben las grasas.
Los resultados, explica Deakin Russell Keast, autor del trabajo que se publica en «Appetite» sugieren que la capacidad de comer grasa está relacionado con sensación de ‘estar lleno’. «Si una persona no percibe la grasa de los alimentos y tampoco experimenta la sensación de estar saciada, que se relaciona con el consumo de alimentos grasos, es más que probable que después de haber ingerido una comida rica en grasa sea capaz de volver a comer, es decir, a consumir más energía, algo que, como todos sabemos, en la mayoría de los casos conduce a la obesidad y el sobrepeso».
En primer lugar los investigadores evaluaron la sensibilidad de los participantes al gusto por la grasas. A continuación comieron, durante cuatro días, un desayuno rico en grasas, carbohidratos y proteínas y se les proporcionó a cada uno un almuerzo estilo buffet que incluía una gran variedad de alimentos.
La investigación se basa en el trabajo previo del profesor Keast quien asegura que además de los sabores ya conocidos - dulce, salado, ácido, amargo y umami- existe uno más: el gusto por las grasas. De esta forma, este investigador asegura que la capacidad de probar la grasa se asocia con el desarrollo de la obesidad.
El experto afirma que todos tenemos un ‘umbral de sabor de la grasa’ y, mientras que algunas personas tienen una alta sensibilidad al gusto y son propensos a comer menos alimentos grasos, otros son menos sensibles y no pueden saborear la grasa, «lo que les hace más propensos a comer un exceso alimentos ricos en grasas». Y ahora, «gracias a este último estudio vemos que una baja sensibilidad al gusto por las grasas deteriora la capacidad del cuerpo para registrar las señales de saciedad que normalmente provienen al comer alimentos grasos».
En su opinión esta hallazgo sugiere una nueva aproximación para tratar la obesidad el aumento de la sensibilidad gustativa a la grasa en aquellas personas que son insensibles a ella. 

http://hongyuxu.blogspot.com.es/2014/05/la-importancia-del-sentido-del-gusto-en.html
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Comer más fruta y verdura reduce el riesgo de derrame cerebral

Un metaanálisis de 20 estudios publicados a lo largo de los últimos 19 años para examinar los efectos del consumo de fruta y verdura sobre el riesgo de derrame cerebral de manera global indica que comer más de ambas reduce dicho riesgo en todo el mundo, y cuantifica cuánto se reduce ese riesgo según la cantidad de fruta o de verdura que se coma.

En total, los estudios analizados se hicieron sobre 760.629 hombres y mujeres, entre quienes hubo 16.981 casos de derrame cerebral.

El equipo de Yan Qu, quien dirige la unidad de cuidados intensivos en el Hospital Municipal de Qingdao y ejerce la docencia en la Escuela Médica de la Universidad de Qingdao, en China, ha determinado que el riesgo de derrame cerebral disminuyó en un 32 por ciento con cada 200 gramos de fruta consumida al día, y un 11 por ciento con cada 200 gramos de verdura diarios.

Los efectos beneficiosos de frutas y verduras aparecían sistemáticamente en hombres y mujeres. No se hallaron diferencias significativas en función de la edad (gente con edad inferior a los 55 años o bien por encima de esa edad).

El equipo de investigación tuvo en cuenta factores como el tabaco, el alcohol, la presión arterial, el colesterol, la actividad física, el índice de masa corporal y las variables dietéticas.

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Algunas frutas y verduras. (Foto: James Gathany / Mary Anne Fenley / CDC)

Los estudios analizados son seis procedentes de Estados Unidos, ocho de Europa y seis de Asia (China y Japón). La revisión de datos confirmó que el bajo consumo de fruta y verdura es común en países de todas partes del mundo.

En la investigación también han trabajado Dan Hu, Jungian Huang, Yuchun Wang y Dongfeng Zhang. El estudio se ha publicado en la revista académica Stroke, de la American Heart Association (Asociación Estadounidense del Corazón).

http://noticiasdelaciencia.com/not/10349/comer-mas-fruta-y-verdura-reduce-el-riesgo-de-derrame-cerebral/

¿Por qué las heridas sufridas durante una borrachera tardan más en curarse?

Las heridas sufridas en caídas, accidentes de tráfico, incendios y otros percances por una persona cuando está borracha tardan mucho más en curarse.

El alcohol aumenta el riesgo de infecciones en el hospital, incluyendo infecciones quirúrgicas. Los pacientes que han consumido mucho alcohol y que sufren infecciones quirúrgicas permanecen hospitalizados el doble de tiempo, tienen una mayor tasa de readmisión en el hospital y cuentan con el doble de probabilidades de morir, en comparación con los pacientes en igual situación pero que no beben alcohol en exceso.

Ahora, un nuevo estudio brinda información esclarecedora sobre por qué el alcohol tiene un efecto tan negativo
 en la cicatrización de heridas.

El equipo de Katherine A. Radek, de la División de Ciencias de la Salud en la Universidad Loyola de Maywood, Illinois, Estados Unidos, ha comprobado que en los experimentos beber alcohol en exceso redujo significativamente los niveles de componentes clave del sistema inmunitario implicados en la curación de heridas.

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El nuevo estudio aporta una explicación clara a la cuestión de por qué las heridas sufridas durante una borrachera tardan más en curarse. (Foto: Debora Cartagena / CDC)

El nuevo estudio ha revelado que emborracharse reduce la cantidad de los glóbulos blancos llamados macrófagos, los cuales eliminan bacterias y desechos. Este efecto hace en parte que la herida sea más propensa a la infección por bacterias, como la Staphylococcus aureus, culpable habitual de infecciones en heridas.

Las investigadoras también constataron que beber alcohol en exceso afectaba a la producción de una proteína que recluta macrófagos hacia el sitio de la herida. En los experimentos, beber alcohol en exceso también reducía los niveles de otro componente clave del sistema inmunitario, el conocido como CRAMP, y que es un tipo de proteína presente en la capa más externa de la piel, la epidermis. Estas proteínas, conocidas como péptidos antimicrobianos, matan bacterias y reclutan macrófagos y otras células del sistema inmunitario hacia la zona de la herida.

En su conjunto, todos estos efectos del alcohol entorpeciendo la acción del sistema inmunitario parecen tener un papel de gran protagonismo en el retardo en cerrarse que experimentan las heridas sufridas por personas que han bebido mucho alcohol.


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La dieta mediterránea se asocia con un riesgo de mortalidad más bajo

El consumo de alimentos ricos en polifenoles, como el vino tinto o las semillas, podría estar relacionado con un riesgo de mortalidad más bajo, según un estudio coordinado por Rosa M. Lamuela, directora del grupo de investigación de Antioxidantes Naturales de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona, en el que han participado investigadores de la Universidad Rovira i Virgili (URV), en España. Los resultados de esta investigación se han publicado en la revista de acceso abierto BMC Medicine.

El mismo grupo de la UB también ha formado parte de otro estudio publicado en la misma revista, coordinado en este caso por el profesor de la URV Jordi Salas Salvadó. Este trabajo constata cómo el consumo de aceite de oliva virgen extra podría reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en personas con alto riesgo de padecer este tipo de dolencias.

La investigación liderada por Lamuela forma parte de la tesis doctoral de Ana Tresserra, que volvió a analizar los resultados del estudio PREDIMED, realizado con personas de edad avanzada —de 55 a 80 años— con alto riesgo cardiovascular. En este nuevo análisis se encontró que las personas con una dieta rica en polifenoles tuvieron una reducción significativa en la mortalidad por cualquier causa, no solo en la debida a enfermedades cardiovasculares.

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Los estudios científicos analizan los efectos de la dieta mediterránea sobre la salud. (Foto: UB)
Asimismo se observó que ciertos polifenoles están asociados con efectos protectores frente a la mortalidad, específicamente los estilbenos y los lignanos. Los estilbenos se encuentran en la piel de la uva y se concentran en el vino tinto; por otra parte, las aceitunas, el aceite de oliva virgen, las semillas de lino, las semillas de sésamo y los cereales integrales contienen altos niveles de lignanos.

“En otras poblaciones estudiadas con anterioridad, el consumo de cualquiera de los alimentos ricos en polifenoles no era suficiente por sí mismo para reducir la mortalidad; pero en nuestro estudio el consumo total de polifenoles fue más amplio, proveniente de diversas fuentes de alimentación”, explica Rosa M. Lamuela, que también es investigadora del Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn).

“Los datos de nuestra investigación y de estudios previos —continúa la profesora Lamuela— apoyan la hipótesis según la cual una mayor ingesta de polifenoles, con las muchas subclases de polifenoles que esto representa, sirve para aumentar la esperanza de vida a través de muchos factores diferentes”.

El otro trabajo en el que han participado los investigadores de la UB se ha centrado en los efectos del aceite de oliva. La asociación entre el consumo de este producto y el riesgo de enfermedades cardiovasculares se ha estudiado en numerosos trabajos; pero muy pocos han analizado los diferentes tipos de aceite de oliva. La investigación, realizada en el marco del estudio PREDIMED, ha encontrado que un aumento de 10 g por día en el consumo de aceite de oliva virgen extra está vinculado con una reducción del 10% en el riesgo de enfermedad cardíaca y muerte cardiovascular.


El aceite de oliva virgen extra es de mayor calidad que el aceite de oliva común, tiene un poco más de acidez y una mayor cantidad de polifenoles. Se cree que estos polifenoles proporcionan beneficios cardiovasculares.

“Aunque es difícil aislar el efecto de un solo ingrediente, nuestro estudio fue capaz de distinguir los efectos cardiovasculares atribuidos al aceite de oliva, un alimento que es un componente clave de la dieta mediterránea”, explica Jordi Salas Salvadó, coordinador de este estudio, director de la Unidad de Nutrición Humana en la URV e investigador del CIBERobn.

PREDIMED es un estudio de intervención nutricional multicéntrico que evaluó el efecto de la dieta mediterránea en la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares en más de 7.000 personas de entre 55 y 80 años durante un promedio de cinco años. Los participantes fueron asignados al azar a tres grupos: uno con una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra, otro con una dieta mediterránea enriquecida con frutos secos y un grupo de control que seguía una dieta baja en todo tipo de grasa.

“El estudio PREDIMED se llevó a cabo en una población de edad avanzada con alto riesgo cardiovascular; deben hacerse más estudios para comprobar si los beneficios de la dieta mediterránea se pueden generalizar a otras poblaciones”, concluye Salas Salvadó. 

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